Una nueva comunidad benedictina tradicional de estricta observancia nació el 2 de julio 2008 en Villatalla, un pequeño pueblo italiano situado en Liguria sobre las alturas de Imperia, muy cerca de Ventimiglia y de la frontera francesa (véase el mapa).
Esta comunidad fue fundada por dos monjes procedentes de la Abadía de Le Barroux (Francia), a petición de Monseñor Mario Oliveri, obispo de Albenga-Imperia. Encontrará aquí algunas informaciones sobre este proyecto monástico y lo ocurrido durante su reciente instalación.
Esta información religiosa es sobre todo una llamada a la caridad de su rezo y una solicitud de ayuda material de parte de quienes la pueden proporcionar. Gracias de todo corazón.

sábado, 21 de marzo de 2009

Primera fiesta de San Benito en Villatalla

Una decena de sacerdotes y seminaristas se juntaron con los monjes para solemnizar la ceremonia y manifestarles su amistad y estímulo.
Entre ellos : el canónigo don Ivo Raimundo, preboste de la parroquia y del cabildo de la catedral de Imperia y además vicario feriante del que depende la parroquia de Villatalla. A tal señor tal honor : a él tocaba pronunciar el primer panegírico de san Benito, y lo hizo evocando la radiante figura del santo que el Papa Pablo VI nombrará patrón de Europa.
También estaban presentes el canónigo don Giancarlo Cuneo, cura de Dolcedo y Villalta ; su hermano mellizo el canónigo dom Marco, cura de Imperia, amigo fiel y abogado de nuestros principios ; don Sandro Marsano, antiguo cura de Dolcedo que nos acogió en Villatalla el año pasado ; don Maurizio Morella, canónigo de la catedral d’Albenga ; don Francesco Ramella recientemente ordenado cuya primera misa fue cantada según el rito tradicional en Dolcedo ; el Padre Giorgio María Michero nuestro vecino, premonstratense destacado de la comunidad de Sant’Antimo fundada poor el Padre André Forest ; un diácono polaco don Tommaso, recientemente incardinado en la diócesis ; y un Franciscano de la Inmaculada Fray Egidio que está haciendo una larga estancia entre nosotros. Sin contar todos aquellos, amigos y vecinos, que nos obsequiaron con su presencia.
Celebramos la misa según el rito solemne, con diácono y subdiácono bajo la dirección de don Marco, maestro de ceremonias oficiando casi siempre en las misas solemnes pontificales tradicionales en las basílicas romanas y demás catedrales en Italia.

Buena parte de los habitantes del pueblo vino a unirse a nuestra oración y, después de la ceremonia, ofrecieron aperitivos y dulces en la plaza de la iglesia. Luego una vecina nos prestó su casa para tomar una excelente comida ofrecida y servida por varias familias del lugar. La fiesta terminó con un canto solemne de Vísperas y Saludo al Santo Sacramento.